SIETE HERRAMIENTAS DEL AMOR
ACEPTAR:
ACEPTO,
que el propósito del Padre es perfecto y que todo lo que ocurre es
neutro
y
necesario.
RENUNCIO
a intentar cambiar a los demás y, en su lugar, trabajaré sobre mí mismo.
RENUNCIO a luchar y a tratar de modificar el orden perfecto del Universo
y sus
procesos
necesarios, y, sobre todo, a tratar de interferir con las experiencias
de
vida de las demás
personas.
ASUMIR:
Asumiré
el resultado de mis decisiones y de mi experiencia de vida. ASUMIRÉ que
mis
pensamientos, sentimientos y emociones los genero yo mismo y no lo que
sucede
a mi alrededor,
ni mucho menos lo que piensen, digan, hagan o dejen de hacer los demás.
RENUNCIO a culpar a
nada ni a nadie por lo que me suceda o deje de sucederme.
El culpable
no existe.
ACTUAR:
Actuaré
con total eficacia y serenidad ante cualquier circunstancia que se
presente, dando lo mejor de mí en las labores que me corresponda
realizar.
RENUNCIO a agredir de pensamiento, palabra y obra. No agrediré a nada ni
a nadie.
Tendré absolutas firmeza y lealtad con los acuerdos y compromisos que
libremente
establezca.
El hacerlo es la clave del tener.
AGRADECER:
Agradezco TODO lo que tengo y todas las situaciones difíciles y
dolorosas,
porque ellas son oportunidades que nos da la vida para aprender y hacer
nuestro
desarrollo
espiritual. RENUNCIO a sufrir ante las dificultades, comprendiendo
que
tienen un profundo
propósito de amor, para poder reconocer la ley y liberarme
de las
limitaciones, las
dependencias y el sufrimiento.
VALORAR:
Valoro y
disfruto intensamente todo lo que tengo y todo lo que hago.
Reconozco
que siempre
tengo conmigo todo lo necesario, y valorándolo,
desarrollaré la
capacidad para disfrutar nuevas
cosas y relaciones. RENUNCIO a quejarme de lo que tengo. La queja nos
hace pobres. La
prosperidad es el resultado de la valoración.
El que no valora lo que tiene está en camino de perder lo que
necesita.
RESPETAR:
Respeto
a todas las personas en sus ideas, costumbres, creencias,
comportamientos, y en su derecho a tomar sus propias decisiones.
RENUNCIO a criticar,
descalificar, juzgar, condenar y castigar a
toda persona por cualquier
motivo, porque
comprendo que cada quien
hace lo mejor que puede con lo mejor que sabe,
y no soy yo quien
para juzgarlo. Daré información de sabiduría sólo a quien la pida
expresamente o a quien
acepte mi ofrecimiento sutil por respetuoso.
ADAPTARSE:
Me
adapto sin reservas al lugar donde me corresponde cumplir funciones,
para lograr en él una
vida llena de satisfacciones. RENUNCIO a huir de lugar
y de las
situaciones que me
corresponde vivir.
Creer que la felicidad está en otra parte diferente a
nuestro interior, es
una falsa ilusión.
¡A partir de hoy sólo pensaré lo mejor, sólo diré lo
adecuado y sólo haré lo
necesario!
|