Dos horas más tarde, una vez terminado el curso, se dirigió a su casa. Cenó y se acostó.
 Antes de dormirse, continuaba felicitándose por la decisión tomada.

 - Decididamente no hay nada mejor que el Budismo - pensó un instante antes de dormirse.

 - Me he enterado que has comenzado a estudiar mi religión -  escuchó en sueños.
 - ¿Quién sos? - preguntó sorprendido.
 - Soy Buda - fue la respuesta. Y continuó: - Tengo una duda que quizás puedas aclarar. ¿Por qué
 razón, teniendo en tus manos una religión tan bella como el Cristianismo, has comenzado a
 transitar el Budismo? -.

 - Es que el Cristianismo no sirve para alcanzar las metas espirituales que me he impuesto, pero
 en cambio creo que el Budismo me será de gran utilidad - .

 - Cambiemos de tema - respondió Buda. - Escucha esta historia. Había un hombre que pretendía
 tener una dentadura blanca, limpia y sana, por lo que compró un cepillo dental de primera calidad.
 Durante semanas tuvo el cepillo guardado en el botiquín del baño sin usarlo, tan solo de vez en
 cuando lo miraba y pensaba qué tan limpia y hermosa iba a ser su sonrisa. -

 - Un día se miró al espejo, sonrió, y descubrió que sus dientes estaban más amarillos y sucios que
 nunca. Furioso, tomó el cepillo dental y lo tiró a la basura, y luego se fue a la farmacia y compró un
 nuevo cepillo dental, de otra marca. Y pensó: "Ahora sí que mis dientes van a brillar". -

 Buda hizo un silencio, y luego preguntó: - ¿Qué opinas de este hombre? -

 - Que es un necio. ¿Cómo pretende que sus dientes estén limpios, si no hace nada por ellos?
 ¿Por qué culpa al viejo cepillo dental por su fracaso, si fue él mismo quien decidió no utilizarlo?
 Tenía la herramienta a mano, pero por falta de constancia, por no esforzarse, por no poner
 voluntad es que fracasó en su intento. Y encima de todo, le echa la culpa al pobre cepillo dental
 que estaba ahí, abandonado, esperando ser utilizado! Realmente es increíble ... -

 Buda sonrió amorosamente, y le preguntó: - ¿Y no te parece que vos has hecho con el Cristianismo
 lo mismo que este hombre ha hecho con su cepillo de dientes? -

 Sorprendido por la pregunta, miró fijamente a Buda; Su rostro se iluminó de tal manera que lo
 envolvió todo, y ... despertó.

 Se sentó en la cama, y quedó en silencio, unos minutos. Se acostó nuevamente, pensando que a
 partir de mañana, comenzaría a poner en práctica cada una de las enseñanzas que fuera recibiendo
 sobre Budismo ... y las muchas que había recibido desde su infancia sobre Cristianismo, a las que
 aún conservaba, intactas, sin haber puesto en práctica jamás.

 Su Camino Espiritual, su jornada hacia el Crecimiento había comenzado.

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